

Desde el campo hasta tu copa
Un tequila de calidad comienza en el campo, ya que un agave de calidad es indicativo del terruño. Nuestro Tequila embotellado en la propiedad es 100% Agave de Amatitán. Dejamos reposar el Tequila en barricas de roble francés durante 3 meses.
Creando una expresión verdaderamente auténtica de Tequila, ligeramente influenciada por el grano fino del roble francés, que acentúa y prolonga el final con sutiles toques de especias dulces. ¡Esperamos que lo disfrutes!
Desde el campo hasta tu copa
Un tequila de calidad comienza en el campo, ya que un agave de calidad es indicativo del terruño. Nuestro Tequila embotellado en la propiedad es 100% Agave de Amatitán. Dejamos reposar el Tequila en barricas de roble francés durante 3 meses.
Creando una expresión verdaderamente auténtica de Tequila, ligeramente influenciada por el grano fino del roble francés, que acentúa y prolonga el final con sutiles toques de especias dulces. ¡Esperamos que lo disfrutes!

NUESTRO
PROCESO
En la búsqueda de la calidad y la perfección de nuestro tequila cuidamos cada detalle en el proceso para poder garantizar un producto de la más alta calidad.

Siembra y jima
El proceso de elaboración del tequila se inicia cuando los hijuelos del agave de variedad azul son plantados. Tomará siete años para que el agave madure. Una vez que las plantas del agave están maduras, se inicia el proceso de cosecha, conocido tradicionalmente como jima. Que consiste en cortar las hojas de la planta, para dejar únicamente la cabeza o corazón del agave, también llamada piña.
Cocción
Durante la cocción de las piñas los carbohidratos complejos se convierten en azúcares simples y se ablandan las fibras para facilitar la extracción de los azúcares para la fermentación. La cocción la realizamos a través de un horno de mampostería y autoclave, lo mejor de dos mundos, tradición y eficiencia.
Molienda
Una vez cocidas, las piñas son cortadas en pequeños trozos que se prensan para extraer el jugo del agave, llamado mosto fresco. El proceso se lleva a cabo mediante trenes de molienda de varias etapas, que obtienen el mosto ayudado por un proceso de inyección de agua. Las mieles extraídas son capturadas en depósitos y transportadas por tuberías a las tinas de formulación para la elaboración del Tequila.
Fermentación
Antiguamente, la fermentación se hacía en grandes recipientes de madera. Hoy en día el proceso se lleva a cabo en tinas de acero inoxidable, donde se vierten las mieles y se agrega agua, levaduras y nutrientes. El mosto vivo en plena fermentación es efervescente, y su movimiento cesa cuando las levaduras terminan de convertir el azúcar en alcohol y otros productos. En ese momento se acostumbra a decir que “el mosto está muerto”.
Destilación
Para obtener los mejores resultados posibles utilizamos alambiques de acero inoxidable con interiores de cobre. El tequila que se recibe de la primera destilación se llama “tequila ordinario”, y tiene una graduación alcohólica de alrededor de 20%. Con la segunda, se incrementa la riqueza alcohólica y se eliminan los productos indeseables, con lo que se obtiene el tequila blanco, una bebida transparente y pura.
Maduración
El tequila blanco se deposita en barricas, donde la bebida madura un tiempo variable, según el tipo de tequila que se desea obtener. Para los tequilas reposados, añejos y extra añejos, necesariamente deben utilizarse barricas con una capacidad máxima de 220 litros, que se guardan en bodegas durante el periodo de maduración. Las barricas en las que el tequila se madura suelen ser de roble blanco, americano o francés, lo que da a la bebida su color dorado.
Siembra y jima
El proceso de elaboración del tequila se inicia cuando los hijuelos del agave de variedad azul son plantados. Tomará siete años para que el agave madure. Una vez que las plantas del agave están maduras, se inicia el proceso de cosecha, conocido tradicionalmente como jima. Que consiste en cortar las hojas de la planta, para dejar únicamente la cabeza o corazón del agave, también llamada piña.
Cocción
Durante la cocción de las piñas los carbohidratos complejos se convierten en azúcares simples y se ablandan las fibras para facilitar la extracción de los azúcares para la fermentación. La cocción la realizamos a través de un horno de mampostería y autoclave, lo mejor de dos mundos, tradición y eficiencia.
Molienda
Una vez cocidas, las piñas son cortadas en pequeños trozos que se prensan para extraer el jugo del agave, llamado mosto fresco. El proceso se lleva a cabo mediante trenes de molienda de varias etapas, que obtienen el mosto ayudado por un proceso de inyección de agua. Las mieles extraídas son capturadas en depósitos y transportadas por tuberías a las tinas de formulación para la elaboración del Tequila.
Fermentación
Antiguamente, la fermentación se hacía en grandes recipientes de madera. Hoy en día el proceso se lleva a cabo en tinas de acero inoxidable, donde se vierten las mieles y se agrega agua, levaduras y nutrientes. El mosto vivo en plena fermentación es efervescente, y su movimiento cesa cuando las levaduras terminan de convertir el azúcar en alcohol y otros productos. En ese momento se acostumbra a decir que “el mosto está muerto”.
Destilación
Para obtener los mejores resultados posibles utilizamos alambiques de acero inoxidable con interiores de cobre. El tequila que se recibe de la primera destilación se llama “tequila ordinario”, y tiene una graduación alcohólica de alrededor de 20%. Con la segunda, se incrementa la riqueza alcohólica y se eliminan los productos indeseables, con lo que se obtiene el tequila blanco, una bebida transparente y pura.
Maduración
El tequila blanco se deposita en barricas, donde la bebida madura un tiempo variable, según el tipo de tequila que se desea obtener. Para los tequilas reposados, añejos y extra añejos, necesariamente deben utilizarse barricas con una capacidad máxima de 220 litros, que se guardan en bodegas durante el periodo de maduración. Las barricas en las que el tequila se madura suelen ser de roble blanco, americano o francés, lo que da a la bebida su color dorado.